sábado, 9 de mayo de 2015

La importancia de la democracia en la escuela (Práctica 2)

Hace un tiempo, pude leer un artículo que publicó el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, en el año 2004. Este artículo trataba sobre la evolución que ha sufrido el sistema educativo en España.
En los últimos meses, hemos encontrado además otra propuesta de ley de Educación en nuestro país: la famosa y controvertida LOMCE.

Tanto al leer el primer artículo, como al escuchar y leer opiniones a favor y en contra de la LOMCE, me ha llamado mucho la atención el cambio que ha sufrido la escuela, de una escuela autoritaria a una escuela cada vez más democrática.

Es un tema sobre el que he reflexionado mucho, ya que considero que la democracia en la escuela es fundamental, ya que esto afecta a los niños y niñas, no solo a nivel académico, sino también a nivel personal, a sus vidas diarias, dentro y fuera de las escuelas (en el contexto familiar, en su relación con la sociedad, etc.).

España, es en la actualidad un estado democrático, sin embargo para poder analizar el cambio que ha sufrido el sistema educativo respecto a este tema, es necesario que nos remontemos a la educación en décadas pasadas y poder comprarla, de esta manera, con la escuela en la actualidad.

El sistema escolar en los años del régimen franquista, incluso en la transición, el modelo de escuela, al igual que el modelo de maestros, era un sistema autoritario, en el cual los alumnos y alumnas debían limitarse a escuchar, memorizar y aprender lo que el maestro o maestra inculcaba, sin dar lugar al diálogo, ni tener en cuenta las opiniones, intereses, ni necesidades de los niños y niñas.

A medida que han ido pasando los años, esto ha evolucionado, pasando de una escuela en la que la figura del niño no era especialmente importante, a una escuela en la que las alumnas y alumnos son la base de la educación. Esta concepción ha hecho que tanto las técnicas, como los contenidos sean más flexibles y tengan en cuenta tanto los intereses, como las necesidades de los niños, en el que los niños pueden expresar sus opiniones, sus ideas, sus sentimientos y en el que, además, los maestros y maestras los tienen en cuenta y organizar y llevan a cabo sus clases en torno a ellos. Ahora se les da la posibilidad de tomar decisiones, se realizan actividades creativas y motivadoras, se favorece el aprendizaje entre iguales... Este cambio se ha percibido especialmente en la Educación infantil, en el que en las últimas décadas ha quedado patente la transformación que han sufrido las aulas, desde la organización de espacios y materiales, hasta la manera en que se llevan a cabo las clases, pasado por la formación de los maestros, los periodos de tiempo de trabajo y descanso, la flexibilidad de las actividades, etc.



Podemos decir que en la actualidad, la democracia en las aulas es prácticamente total, sin embargo, existen casos y situaciones en las que esto no es tan evidente. Las maestras y maestros debemos reflexionar sobre qué tipo de educación queremos impartir en nuestras aulas, teniendo en cuenta que esta primera etapa es especialmente crítica en cuanto a la formación de la personalidad; pero reflexionar no es suficiente, también debemos actuar en consecuencia con esto. Las escuelas es uno de los primeros sistemas organizativos con los que se encuentran las niñas y niños, seguramente en el que los roles estén más claros, y esto hace que analicen las relaciones y comportamientos existentes en las aulas, y que les sirva como modelo para el resto de situaciones sociales.

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